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Mostrando entradas de agosto, 2011

Within stars

Right now, instead of writing this, I could be reading. Right now, instead of reading this, I could be sleeping. Right now, instead of being dreaming, I could no longer be and finally shine within *** stars.

Desde la estrella

Ahora, mientras escribo esto, pudiera estar leyendo. Ahora, mientras leo esto, pudiera estar durmiendo. Ahora, mientras sueño esto, pudiera no estar. Y brillar, por fin, desde la* estrella*.

Irene toca a mi puerta

H

Irene, Parte II

Esta foto ** la envían desde algún lugar de Can ó vanas (no tengo idea de cuál). Yo me puse a hablar mal de Irene: “Que si era una mierda de huracán”, “que si ¿eso era todo?”. Y miren cómo ** paga a uno la muy bella**.

Irene

(También titulada: "Yo mirando a Irene") Basta ya de tanto aviso de tormenta y artículos de primera necedad. Artículos de primera necesidad: palo viejo, velas y fósforos, 2 latas de salchichas. Se me ocurre pensar que el mejor momento para robar es en medio de una tormenta: romper escaparates con viento a favor.

Plus

Algo me invita a escribir: la-de-so: cadencia: lujuria, número dos. (Yo no debería oír canciones, tantas, con ruido en la música plus.)

¿“La muerte de Facebook”?

Suelo comunicarme con mis amigos vía: 1. teléfono, 2. correo electrónico, 3. mensajes de textos 4. y visitas (a menos que vivan en Disney; que diga: ** Sidney.) Son los mismos amigos (no llegan a 20) que tengo en Facebook. Pregunto: Tomando en cuenta mis extrañas maneras de comunicarme, ¿me habré quedado en el “pasado”?, ¿o es que Facebook me ha expulsado del “presente”? Llevo aproximadamente año y medio con una cuenta de Facebook, y no he visto la película (o, como le dicen en Cataluña: el “bio-pic”) sobre su* creador**. Con todo, me parece que ese portal de Internet se reduce a estos once intereses, por parte del usuario: 1 . Contactar a alguien a quien no has visto hace un periodo de tiempo X: ¿dónde está, con qui é n está, qu é hace o ha hecho? 2. Hacer que ese alguien te contacte. 3 . Relacionarte de manera más frecuente con tus amigos cercanos, sea de manera visual (fotos, dibujos) o escritural. 4 . (Y lo que es igual: Hacer que esos amigos se relacionen con

Colofón en “delay”

O: “Sálvase Adjuntas de la quiebra, sin que ello afecte de algún modo el curso pan-histórico del ‘Steppe Wolf’” Las palabras de Fusté fueron enérgicas, rudamente claras (o viceversa), desde su primer dictamen en contra de Adjuntas hasta ayer, cuando consideró “asqueante” el acuerdo final que eventualmente certificó. Fusté quería que el Gobierno no sacara la cara por Adjuntas, según dijo. En su primer dictamen había dicho (e históricamente repetido): “Por eso este país está como está.” Al igual que la última tormenta que se nos venía encima (léase Emily), la bancarrota adjunteña nos empuja a protagonizar malamente el cuento del lobo que “dedicó-nos” Esopo hace par de años: 1. El crédito de Puerto Rico, siempre amenazado con la degradación de Moddy’s, se salva con dos prestamitos (y quinientas treinta y tres ayuditas federales). 2. Nuestra isla, siempre amenazada con *** ondas tropicales y parientes, se salva con par de salchichas (y cuatro bolsitas de hielo El Pingüinito). 3. Nu

Nubes estacionarias sobre Adjuntas (a pesar del cielo despejado)

Pregunto ¿Nadie va a decir nada más sobre Adjuntas? “Que el alcalde Barlucea no debió haber pactado nada.” “Que el alcalde Vera tuvo la culpa.” ¿Y nada más? ¿Qué hay de la Gente, el Gigante y el Pueblo, con su plaza tan fresca y moderna? Con sus calles que empiezan a ensancharse. Con su gente, m á s unida ahora que nunca. (¿O se debe a que est á unida ahora más que nunca?) ¿Es esto (como nadie ha sugerido) una vendetta del señor Fust é o su partido ? ¿Por qué Marcos Rodríguez Emma, nuestro gobernador de facto, no se ha pronunciado al respecto? (Casa Pueblo no lo ha hecho porque no se inmiscuye en política partidista, a pesar de lo que diga Doña Emma.) ¿Por qué alguna comunidad del pueblo que sea, no se ha reunido aunque sea para rezar, como se hacía en los tiempos creyentes? ¿Es que todos piensan que nada ha pasado, o que todo se va a arreglar, dejándome a mí sin saberlo? Resumen 90 adjunte ñ os radicaron en 1997 una demanda en contra de la administración popular del

"When the children sing then the new world begins"

Acaso lo m á s que sorprende en un niño (no un recién nacido) es su capacidad ilimitada de sonreír y mostrarse complacido con su entorno. La felicidad de un niño es sorprendente porque en ella no hubo nunca ensayos previos. Un niño aprendió a sonreír en algún momento entre la muerte prenatal y la conciencia. Chupar una teta fue para él (o ella) un estadio de gracia. Pero esa teta es fea y flaca en ** África. Recuerdo que cuando yo mismo fui niño y asociaba el video “We are the world” a los anuncios de Unicef, pensaba: “Pero, ¡¿por qué es que paren esas madres?!” Y reconozco que gran parte de la fruición con que almorzaba en la escuela era por ellos, por esos niños (siempre el niño, nunca el padre), a los que le hac í a un homenaje indirecto e insuficiente tragándome lo que me cupiera en el desayuno, el almuerzo y la comida hecha siempre de arroz bueno y pollo rico. Entonces comía por ellos. Hoy se me esfuma el hambre. Ahora mismo, que recuerdo todo eso, y que la historia no ha

Lluvias en el Este

(O, "Maunabo: Parte III") Hace al menos medio año, el gobierno federal de los Estados Unidos está regalando la titularidad del Faro de Maunabo a quien le muestre una propuesta responsable dirigida a generar su auto-sustentabilidad. (La noticia apareció hace 2 semanas en la prensa nacional, solo que en la página 16.) ¿Sabía que Maunabo es un pueblo nuestro, verdad? Pregunto sin resentimiento. Hay veces que uno duda si tal o cual nombre propio puertorriqueño es una región o un pueblo. A parte de que seguramente, por ejemplo, alguien todavía afirma que regiones como Río Piedras son aun municipios. Además, existen Naguabo y Gurabo. El que compare a Puerto Rico con una botella mal hecha por tener en vez de cuello, un ñoco hacia la izquierda, ubicaría a Maunabo en el hombro derecho de tan importante recipiente. Hace poco, un criminal en potencia y actos agredió injustamente al alcalde actual de ese pueblo: el señor Jorge Márquez. Por suerte, allí abunda la buenagente. De otra

¿Qué leer?

(También titulada: Apostillas a un comentario del lector) Con terrible honestidad, me confiesa un lector de Hoja-labra: “Si no es porque la obra ha ganado algún premio (o porque el autor ya es famoso y me interesa el tema) va a ser difícil que lea algo. Es que hay demasiados libros. ¿Qué uno va a hacer?” Es cierto: ¿Cuándo hemos leído algo que no sea al menos notorio? Claro que eso no contradice la noción de que el formato de un libro debe ser impecable: carátulas bonitas atraen al lector. ¡Pero miren la importancia que tiene un premio, o un aplauso de la crítica! ¿Podrá una carátula bonita competir contra una crítica a su desfavor? Así pues, ¿qué leer?: lo aplaudido. De otra parte, la idea de que las grandes editoriales (p. e. Alfaguara) publica solo a "los grandes" es cuestionable. ¿Alfaguara publica textos que han ganado, en vez de “El Premio Alfaguara”, “El Premio Isla Negra”? Comprar libros porque están baratos me parece una idea ultra valiosa (a menos que ese