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Mostrando entradas de junio, 2009

Tres días

(viernes) La luna creciente está rabiosa, por culpa del polvo que no deja mojarla. Apaciguarla. (sábado) Los niños huyen a caballo de la soledad. Domingo lunar (Llegó Haddys.)

Aclaraciones y hojalabras

Aclaro a Amor: Amor confunde y aclara. Y Amor ya no cambia (aunque cambia). ¡Qué confusión! Le aclaro: Nunca voy a devolverle la palabra que me dio. (Las palabras se me pegan es lo que pasa. Aunque usted no ** lo crea.) No le miento: Yo no tengo hijos, pero si los tuviera, les hablaría de las Islas Hojaldrinas, que no existen y son bellas. Más hermosas que las ferias y que el agua. Cinco estrellas Tengo el derecho a no pensar, a cebarme. Tengo el derecho a lo fácil, a lo sencillo. Pero no tengo el derecho a compararte conmigo, que es el ***echo que ** quería. Sentida nota de duelo Han muerto los queridos Michael Jackson y Martín Peña. Familiares y amigos lamentamos condolidamente su partida. Ortega y Gasset aclara: Somos nadie y lo poco que somos está amenazado por demasiada estupidez. Lo que no le da derecho a ser estúpido, que conste. Aclaración a usted: Le advierto que yo también sé odiar las cosas y * las gentes muy pronfundo, aun cuando no sepa dónde lo he aprendido.

Esto dice Amor:

1. Todos aman tu interior, aunque vivan fuera. 2. Los niños son yo: Amor. Yo soy los niños: Amor. 3. Silencio también soy yo, que no estoy hecho de tiempo. Pero este silencio no es Muerte, a quien no amo, aunque estoy "hecho de" y soy Amor.

Preposiciones y pronombre*

a nos ante nos bajo nos con nos contra nos de nos desde nos durante nos en nos entre nos hacia nos hasta nos mediante nos para nos por nos pro nos según nos sin nos sobre nos tras nos vía nos Si esto no es llevarse bien, Rulfo era un escritor canadiense, y yo soy un mal escritor.

Cianuro

Me llama la atención lo rápido que el tema literario escuece el alma del comprometido con el tema. Basta mencionar un nombre, El capitán Veneno, digamos, y adjuntarle una postura, novela genialísima, por ejemplo, para ver resugir en dicha alma las más apasionadas reacciones: que si cómo se me ocurre, que si tan pésimo novelista… Y a mí se me ocurre pensar que va a suceder lo contrario, si planteo lo contrario: “vaya novela este panfleto”, digamos, para que el alma susodicha riposte: pero cómo se te ocurre, una de las más amenas, grandísimo prosista este Don Pedro. Y a mí no me queda otra que hacer la prueba, cosa que no voy a hacer por supuesto, porque a pesar de los pesares esa alma del comprometido es de las pocas que quedan ahí afuera para debatir. Por todo lo cual me *ago y no me *ago en el papel.