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Mostrando entradas de agosto, 2010

Huracán de automóviles

Huracán de automóviles asociado a Earl inunda siete avenidas en Puerto Rico Lunes 30 de agosto (transmisión diferida) Por: Semanario Labial San Juan.- La isla de Puerto Rico (de bandera estadounidense) se vio sumergida ayer en una macondina crisis automovilística desde tempranas horas de la jornada laboral local (8-5 pm). Aunque se atribuyen al propio Gobernador del Estado Libre Asociado los causantes de la tragicómica crisis, al menos otros dos factores contribuyeron al problema; a saber: (uno) la pérdida de energía eléctrica que dejó inoperantes a multitud de semáforos de todo el “territorio nacional”, y (dos) la poca o ninguna participación de la policía municipal en la dirección del transito, así como la tardía dirección de la misma por parte de la policía estatal. Semanario Labial fue partícipe del pequeño caos, ocurrido nada menos que ante un aviso de tormenta tropical (salvo en los municipios-isla: Vieques y Culebra, que estuvieron bajo aviso de huracán) provocado por la cercaní

Grita mi corazón: ¨Demen la estadidá aora!¨

Ella está contenta porque esto es una verdadera alegría! Faltan dos años pero ya vendrán! Ahora estamos trabajando. Más unidos que nunca. Ahora sí que estamos unidos: trabados! Es que los otros no saben lo que es la unión permanente. Nosotros queremos estar unidos: fusionados! Tenemos la fuerza y el ánimo y la verdad, que es la unión y la trabazón. Hay que estar unidos: eso lo sabe todo el mundo. Hay gente que verdaderamente se merece... Estamos contentos, es lo que importa, así que dejemos a los otros por allá. Se acabó la convención y triunfamos: todos. Eso es equipo! Eso es ganas de trabajar! Vamos juntos al gran triunfo del dos mil doce. Del veinte doce. Queremos ganar y vamos a ganar. Eso es lo que importa. Lo que vamos a hacer cuando ganemos no importa, porque todo lo que hagamos, gente como nosotros, está demás decir qué va a ser. Vamos a ganar para trabajar por Puerto Rico. No como el desastre que nos dejaron. Vamos a trabajar como lo estamos haciendo, porque aquí los vagos se

La culpa es del Perú

No todos gozamos del padre de Edipo. Eso ya es cliché: envenenar al papá. Ahora, o somos todos iguales, o no sé. Yo no sé, como hace tiempo. Yo, si sé mucho, soy paternalista. Y si poco, mediocre. “Me cago en la madre que me parió”, es lo único que se me ocurre decir en tales casos. Para los cuales, ni madre, ni excreta son suficientes. El caso es que no tengo rabia. Ni hambre, ni miedo. Ni temor a humillarme, ni escrúpulos para pedir ayuda. Ni hambre (esa rabia), ni miedo (ese deseo). Lo que tengo es pena, como siempre. Este blog no sirve: ¡está hecho de Vallejo!

Mi niño interior contra-ataca

¿Cuál es la diferencia entre un “adulto” y un niño? He aquí algunas respuestas incorrectas: - El niño ignora sobre las cosas y el adulto no. La falacia consiste en olvidar todo lo que no sabe el adulto, comenzando con “qué es la verdad”, pasando por “qué moral es aceptable y cuál no”, y acabando por “cómo regirnos justa y felizmente en sociedad”. - El niño no se puede valer por sí mismo, a diferencia del adulto. ¡Pero es que toda historia política prueba lo contrario! Ni siquiera de manera individual sabe el adulto manejarse. Si no, ¿de dónde surgen tantos complejos edípicos y tanta depresión? - El niño es “inocente” y el adulto “malicioso”. ¡Pero yo conozco niños que a los tres años dominan el arte de mentir! La mentira, me parece, es un mecanismo lingüístico que procura establecer una correlación aceptable para el interlocutor entre un suceso y sus causas. Si el niño deja caer el vaso, va a decir: “Se cayó” y nunca, “Lo tiré”. En el fondo, muchas veces, hay una buena intención. El

Calma Pueblo

Me enteré del video por mi amigo F. Acevedo. Todavía no sé su parecer al respecto (curiosamente me habló del video sin darme su parecer), pero quisiera dar el mío. Lo primero: no se trata de un video obsceno. Hubiese sido demasiado. Si pudiera, de hecho, diría que es un “video demasiado” y lo dejaría ahí, sin hacer referencia a eso que completa la pregunta (“¿demasiado qué?”). “Demasiado rabioso” en todo caso, aun cuando el mensaje de la canción no inspira ni fue escrito con tanta rabia como pudiéramos pensar. (Compárese esta canción con la que el dúo escribió y dedicó al FBI, por ejemplo.) “Rabioso” aquí es el actor y la actriz que implícitamente aboga por una mayor apertura a la desnudez (que es hermosa y digna de cantarse). “Rabioso” aquí es el personaje-cantante que interpreta René Pérez cuando canta, y que por evidente motivación polémica (“gancho” o gadget de todo el video) aparece incluso con una bomba amarrada a su cuerpo en un momento dado. “Rabioso” aquí, por último, se prete

Maunabo

I. Si Puerto Rico es “chiquito”, entonces, ¿qué es Maunabo? Es una franja de paz multicolor. De Yabucoa a Patillas. Ese tramo. Esa costa. O franja de costa. O luz. O franja de gente que trabaja de Yabucoa a Patillas. O nombre de pueblo costero del sur. Si Maunabo es chiquito, Puerto Rico también. O viceversa. II. Desde la costa sureste, protagonizada por un evidente final del valle yabucoeño, mientras el conductor (que no el pasajero ni el peatón) sube la ladera final de la Pandura, todo es presencia soleada de la costa. Es decir, del transparente pero azul mar que cinne esa riscosa latitud. III. “Risco”, lector, para aquel que solo ha transitado por la Isla Grandiosa y Fabulosa de Puerto Rico. (¡Abajo las preposiciones de este sintagma!) Nadie que tú conozcas vive allí, lector. Nadie, en serio. Pero Maunabo es un pueblo bonito (como para “solear” con las palabras). Pueblo, municipio, “Doncella del Sur” (me invento), “Reina del Surf” (sueño), Virreina d

Esperas y tardanzas

Lolita Lebrón (descanse en paz) esperó 25 años para ser reconocida por la oposición política como una mujer valerosa. Murió ayer a los 80 esperando ver su patria liberada. El amor surge después que el deseo se asienta, se transforma el romance en amistad y las palabras dejan por completo de hacer ruido. Se sabe que Newton esperó 20 años para publicar su Teoría de la Gravedad, aunque nadie conoce los motivos que tuvo para honrar esos cuatro lustros de silencio. En ocho años escribió Florencio Sánchez las 21 piezas que conforman toda su obra dramática. En ocho, Joyce, el Ulises.