Qué sensación de soledad hay en esa foto... y en ese extraño lugar, The Reef, donde comimos. Cuando fuimos a pagar la cuenta, nos dijeron que no tenían sistema de ATH. "Pero no se preocupen", nos aseguró la dueña, "vengan a pagar cuando puedan."
Haddys no se sorprendió con la oferta, porque ya está acostumbrada a esa 'tórrida benevolencia'. Yo, que aún conservo resabios moralistas, la convencí de que fuéramos al cajero automático más cercano y regresáramos a pagar...
Comentarios