#1 La poesía llega al poeta como la droga al doctor y la tuerca a los mecánicos. Y el Mundo a los dioses que dicen y crean. La poesía no anda hurgando en los hangares, pero creen en los salvamentos del stainless steel . #2 Hablemos, pues, Molina, sin problemas. Tú un mecánico, yo un seguidor de mis pasos. ¿La Toyota? ¿Qué va a saber la Toyota de tu afán y tu placer bajo al motor? A lo sumo, Dios. Que no tiene que ir husmeando entre herramientas. ¿Qué va a hacer Dios el día entero, hurgando entre engranajes en tu taller? #3 Confiésalo, Molina: estamos solos. Dios no te va a preguntar cuánto hace que no lees una línea. Yo sí. Pero tú me dijiste primero: “Poesía es igual a mentir.” #4 Voy a engrasarme las manos. Sin embargo, no fui yo quien ya sudó en el vientre de su madre. Pobre de ella: ni siquiera la sal pudo prever. #5 Yo conozco a tu mamá, es como todas. Se atribuyen la autoría de una carne que lactan en soledad. #6 Te conozco, Molina, a