Luis Daniel Colón … ¡ah sí, el nene que cantaba con Tony Croato! Y Edwin Colón Zayas: ¡claro, el cuatrista!
Este domingo ambos fueron invitados, por el Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP), a ser parte protagónica de la presentación de dos libros publicados por la Editorial de dicha institución: “Estampas navideñas”, del conspicuo Abelardo Díaz Alfaro (1916-1999); y “El aguinaldo y el villancico en el folklore puertorriqueño”, del conocido músico, compositor y musicólogo boricua, Francisco López Cruz (1909-1988).
Se trataba de dos libros publicados a mediados del siglo pasado. Sus autores de hecho ya habían muerto. Pero el Instituto quería honrar su memoria llevando al pueblo, en este caso: a Adjuntas, el legado de ambos maestros. (Era la cuarta presentación que hacían. Próximamente harán otra en Yauco…)
¡Qué intensidad! La apertura del evento (y por cierto: su organización) estuvo a cargo de la Dra. Nelly Bauzá, Profesora de Español en la UPR de Utuado (además de amiga: de blanco en las fotos); la presentación de los libros, a cargo del Dr. Rafael Colón Olivieri, nada menos que el Presidente de la Junta de Directores del ICP (además de amigo: de gabán y pelo blanco en las fotos). También hablaron brevemente la Presidenta del Club de Leones de Adjuntas (donde se celebraba el evento), y la Presidenta de la Editorial del ICP, quien, junto al Dr. Rafel Lugo Ferrer (miembro de la Junta Directiva), representaron dignamente a la Institución, en un acto de suma humildad, pues por lo general, como sabemos, a este tipo de eventos no suelen asistir los directivos, sino sus “representantes”, cuando los mismos no se celebran en el Área Metropolitana.
A las breves y joviales palabras de todos ellos, le siguió la música del eximio Colón Zayas, quien tuvo la acertadísima idea de hacerse acompañar por la hermosa voz, intensa y dulce, del ya-todo-un-adulto Luis Daniel Colón. Éste comenzó por invitar al público a que le sugirieran algunos pies forzados. Invitación que demoró solo unos segundos en ser acatada, a tal punto que el trovador no pudo improvisar con todos los “pies” que le ofrecieron, entre los cuales figuraron: “Adjuntas huele a café”, “La UPR es del pueblo”, “Que vivan los estudiantes” y “Abelardo está en el cuatro”.
La hija menor de Colón Zayas, de apenas unos cinco años, estuvo en la tarima ofreciéndonos sus improvisadas coreografías. (Esto, antes de cansarse a la altura de la tercera canción, y resguardarse en las faldas de su complacida madre.)
Edwin Colón Zayas, por su parte, dictó una verdadera conferencia (además de “dar cátedra”) sobre la música jibara: los distintos tipos de aguinaldo (de los que solo interpretó cuatro), las composiciones de “Paquito” López Cruz (cuya obra mostró conocer de primera mano), las variaciones del “seis” (interpretando también solo algunas, siempre por razones de tiempo), e incluso, ciertas composiciones para danza.
En algún momento, todos cantamos a coro sin parar.
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