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Hijos, cuentos, crítica literaria


"Ahora tengo niños que dicen yaleo.”

Carlos Santana

Asteriscos

Mi cuento es como un hijo. Yo sufro por los niños, o mejor: como ellos. Siempre que me quedo sin ** Bao, y hasta hace poco, sin ** Kiara, me aqueja una pena enorme, de días, y siempre pienso en los niños que sufren ahora mismo; lo cual es, sin duda, el peor de los dolores de estar vivo. ¡Sufrir en la infancia! ¡Sufrir cuando uno lo que quiere mamar es alegría!

Los niños tienen un deber vital, un deber que protege y prolonga la especie: reír. Ver a un niño sufrir es perderle el gusto a la Vida. Y los maltratados hijos de Adán propiciaron el Diluvio.

Errata

Me puse a escribirle a Carmen Dolores. (Yo siempre hablo de ella en estos días: ¡cosa rara!) Le dije que envié a concursar un cuento con una errata, y que me sentía como haber enviado a un hijo mío a la escuela con la boca apestosa. A este punto, tuve que romper la carta (que era, de hecho, un e-mail).

El cuento no va a ganar, comoquiera. Es muy difícil. No lo publico ahora mismo aquí, porque soy creyente (o, para que no digan al descartarme, que fue porque rompí las reglas). Es muy bueno, pero no va a ganar nada todavía.

Miseria

Hace un mes que no bebo. Lo que para ti sería como dos días sin hablar: un montón de tiempo, sin hacer algo que haces a cada instante. El punto es que no canto victoria, pero me río un poco de los Alcohólicos Anónimos, que aseguran que el secreto para dejar de beber es no dejar de asistir a sus reuniones.

El secreto para no beber es llegar a no querer morirse. Y viceversa: El secreto para ** ser un buen alcohólico es llegar a ** querer morirse.

La miseria que sufro no es por eso. Es porque acabo de ver el índice del segundo volumen de la revista de literatura puertorriqueña, Boreales, y yo no figuro en él. Me habían prometido que saldría en el primer volumen, pero eso no pasó. Me enviaron un mensaje diciendo que por cuestiones de espacio y demás, mi cuento saldría en el segundo volumen. Y ahora esto. Esta miseria.

Ya salió la convocatoria para el tercer volumen. Ahí les envié de nuevo * “Frente a Dani”. Una miseria terrible. La miseria de Caín: ser rechazado por lo que uno ofrece.

El Certamen

¿Quién va a ganar? El caso es que salió un aviso, a manera de titular: “En busca de calidad literaria” (El Nuevo Día, septiembre no sé qué). Un cuento que “atrape”, dijo García Ramis. “Estructura y tema*”, creo que añadió Carmen Dolores.

Yo quisiera dejarle claro al Mundo que he participado poco y mal en ese Certamen, por lo que no he sido todavía oficialmente declarado como lúser egregio (en australiano: “looser”) de la República Nena, Mrs. Puerto Rico.

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