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EL ARRECIFE

El dinero ya lo tenemos, ¡al fin nuestro! No lo gastemos. Vamos a esconderlo en este cofre por unos meses, entre las lajas filosas de nuestro querido amigo el arrecife. Sí, aquí en el arrecife. Con su caballito de mar, su coralito, su barracuda plateada y picudita.

Pero, ¡no! ¡El cofre! Ni que fuera de corcho. Acaba de subir tranquilo a flote. Y ahora boya servilmente, bajo las patas truqueras de un pelícano. Cofre, no te abras, cofre. ¡Ah! Te abriste.

Por tu culpa, jodía ola. ¡¿Qué hiciste?! Volteaste por completo nuestros planes. Ojalá te evapores. Hiciste con nosotros lo mismito que le hicieron a Salcedo. ¿Oíste, ola? Por tu culpa, no pudimos ni siquiera aprovechar la hermosísima complicidad del arrecife. Porque hundiste nuestros cuerpos mar adentro, igualándonos con la carne aborrecida de otros muertos.

Comentarios

Jorge Luis Rodriguez Ruiz: ha dicho que…
Comiendo nolas. Fui al Certamen Mundial de Sagrado. Da la impresión de que era comercial. El cuento que publico no fue seleccionado. Dicen que por ser difícil. Yo pienso que fue porque no soy "comercial". Yulín te quiero!!!
Jorge Luis Rodriguez Ruiz: ha dicho que…
En el fondo, lo extraño es que lo comercial y lo literario no sean una y la misma cosa... Gracias por tu comentario!

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