Ir al contenido principal

Mudanza*


Me hubiera gustado decirles, que en realidad siempre fui así. Se habrían percatado si esa noche en que me amanecí moviendo el vaso de acá para allá, y en que limp el pequeño espacio hasta hacerlo brillar, tarareando siempre la misma canción, hubieran abierto la puerta.

Si hubiesen preguntado, hubiera soltado a borbotones que tenía miedo; que no me gustaba la perfección de sus paredes. Que me sofocaba aquel espacio cuadrado que escondía mis gritos. Les hubiera pedido que volviéramos a la casa grande, a los pasillos largos, a los rincones oscuros donde el misterio tenía razón para existir.

Habría acentuado que las lozas brilladas, las sábanas tan extendidas y el olor a cemento nuevo me habían provocado recortar cientos de láminas de las revistas que guardaba en las gavetas; y que forrara la puerta del armario de un extraño collage, donde asomaban desde una mujer vestida de negro con una enorme hacha en la mano, hasta un pote de píldoras anticonceptivas que parecían salir de la mano de un pálido John Lennon.

Pero esa noche no entraron, ni nunca más. Me cercioré de que cada huella dejada al tocar el picaporte de mi puerta, fuera registrada como un acto de intromisión. Cerré la puerta y afuera, tan cerca como mi oído atento tras de ella, no hubo espacio para el espacio.

Desde entonces todo fue pequeño y reducido. Lo único grande que quedó en mí fue el recuerdo.


*Esta es una (excelente) contribución de Carmen Haddys Torres. Sobre su biografia, ver la entrada del 7 de julio...

Comentarios

Jorge Luis Rodriguez Ruiz: ha dicho que…
Este comentario ha sido eliminado por el autor.

Entradas populares de este blog

Sempiternus

Fui a la playa a contemplar la arena: semillas de aquella piedra con la que tallé tu nombre, Carmen Haddys. Antes de la forja y la ponderación de la perla. Antes de la domesticación de los océanos. Fui a buscarte, mi amor, porque estás hecha de mar y transparencia.

La razon comprometida

David Rodriguez , filosofo, no usa drogas a pesar de que lleva un lustro viviendo en Nueva York. Ahí se doctora, haciendo una revaloracion de la epistemología (filosofía del conocimiento) desde una perspectiva del lenguaje. Digo, eso creo haber sacado en claro de nuestra ultima conversación...

En torno a la historia de Patillas.

Breve reseña de: Nieves Rivera, Jorge. Agricultura, Rebelión y Devoción. Tres microhistorias del sureste de Puerto Rico . San Juan: Editorial Akelarre, 2015. La región sureste de Puerto Rico no solo cautiva nuestros sentidos cotidianos, gracias a su diversidad ecológica viva y radiante, sino que es una zona rica en historia que como toda zona histórica, se transfigura en territorio ejemplar. Las pugnas finiseculares entre el llano y la montaña, entre incondicionales y liberales, entre hacendados y peones, quedan retratadas de manera sencilla, imparcial y humana, en este maravilloso trabajo de investigación histórica. Trabajo sucinto, como el pueblo de Arroyo, y profundo, como las impresionantes fayas de la Sierra de Cayey. La huella del pasado aparece de repente entre cafetales: una clave toponímica, unas ruinas sepultadas en la hierba o un puñado de entrevistas fundamentales con esos admirables sobrevivientes del pasado que son nuestros viejos (al decir de Carlos Monsiváis)...