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Metamorfosis

Amigos: quisiera cambiar de tema (...) y mostrarles esta opaca joya que me han entregado y cuyo titulo es el de arriba. (Yo, como editor tramposo, le he puesto el subtitulo a manera de clave. Espero que la autora me perdone!) Lo escribe la Profa. Lourdes Torres Camacho, quien dirige actualmente el Departamento de Espanol en la UPR de Utuado. La Profesora no tiene poemarios publicados, pero si "a su haber", ineditos, esperando la paciente secretaria que los edite por orden de excelencia, de luz, de entonaciones...


No se cuando paso. Si fue antes o despues de: "Mangaron a Junior". Proliferaron como hongos en mierda de vaca. Se multiplicaron como las pulgas del perro. Arroparon como plancton marino. Se desbordaron como rios enfurecidos.

Se apertrecharon con banderas e insignias. Se pusieron camisetas de nylon, preferiblemente sin mangas. Adornaron sus orejas con zirconias baratas. Engalanaron sus cueros cabelludos con surcos y estrellas. Compraron los tenis mas blancos del mundo.

Llenaron sus mentes de lugares comunes y disparates, y ellos solitos se echaron cadenas al cuello: grandes, fuertes e irrompibles. Vociferaban bien alto su incapacidad de ser libres. Se jactaban de ser minusvalidos del cuerpo, ofendiendo con esto a los minusvalidos que trabajan con el alma. Se fingieron mancos, como Juan el del cuento, y extendieron sus manos para pedir limosnas.

Se llenaron de hijos para solicitar las ayudas: Plan 8, Plan WIC y la Sagrada Familia.

Avisaron a los extranjeros que vivian en el Patio, y ellos, sin derecho, se unieron al coro chillon. Se tatuaron la frente, los brazos, el pecho y el culo con la bandera americana y un signo de dolar en la planta de los pies.

Asi, se jactaron con sorna por los triunfos adquiridos, pues pensaron que al fin los iban a querer. Como no son tontos, antes de subir a las altas tarimas, ocultaron todo eso bajo Vuitton y Cartier. Pero al Diablo siempre se le ve la cola, y esos malditos tambien.

Comentarios

Jorge Luis Rodriguez Ruiz: ha dicho que…
Si esto es elitista o no, lleva como quiera un cuadro dibujado. Corte el lector lo que quiera de la voz narrativa, pero no de esa instantanea gigantesca que Lourdes Torres nos ha dado...

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