Ir al contenido principal

Una coral de niños enfermos




“Una coral de niños enfermos canta la hora del llanto, la canción del averno, la oración del camposanto. El frío sonido de la carreta cargada de cuerpos muertos; terminarán en la tierra sembrados, en el jardín del infierno.”

I.
¿Serviría de algo decir que a mí me gusta esa letra, de la canción tal cual de Dantesco, que es una banda tal cual de Puerto Rico? ¿De algo serviría decir que copio esa letra para hablar de lo que nos enteramos ayer todos nosotros?

Siempre surgen las preguntas en casos tan podridos como esos: ¿nos servirán de algo las respuestas? ¿Por qué 6 niños y no uno, para que al menos se manifestara menos la iniquidad? ¿Por qué niños y no adolescentes? ¿Por qué adolescentes y no adultos o viejos?¿Por qué humanos? ¿Por qué no fueron cerdos los que dejaron que sus cerditos tuvieran sexo entre si? ¿Por qué no fueron cerdos, sino humanos, los que invitaron a otros cerdos a participar del sexo que tenían los cerditos con eso que nosotros llamamos hermanos y que los cerdos no suelen nombrar (eso dicen)?

II.
¿Por qué sexo y no rabia? Es decir, ¿por qué mejor no se mataron? (Y ¿por qué mi oficio es decir que matarón cambia la pronunciación de mataron? ¿Por qué mejor yo no enseño tácticas para asesinar a los padres?) ¿Pasará este tipo de blasfemia (todo niño es sagrado) entre los ricos? (¿Me lo digo, a raíz del caso Lorenzo, o me lo pregunto?)


III.
Mi padre era feliz cuando cobraba y tenía entre sus manos el nero. Todos en realidad nos sentíamos felices, con el nero entre las manos.

Historia pero es esa otra, asquerosa. Yo maldigo mis días por hacerme vivir.

Comentarios

Jorge Luis Rodriguez Ruiz: ha dicho que…
Ayer se supo de una pareja puertorriquena que "cometia actos incestuosos" con sus 6 hijos (madre y padrastro; hijos de 3, he dicho de 3, a 6 edades).

Entradas populares de este blog

Eyra Agüero Joubert

Eyra Agüero tuvo de nacimiento el enorme regalo de una patria dual. Puerto Rico la vio nacer, pero la República Dominicana le donó la sangre de sus padres. Así, hija de inmigrantes, tuvo en Puerto Rico su cuna, en Santo Domingo su familia extendida, y en el resto de Latinoamérica, una inconmensurable patria que lo mismo le contaba tradiciones folklóricas en español, que le cantaba nanas en portugués-brasileño. Entre contar y cantar trabaja Eyra, haciendo de la risa un arte (el reconfortante arte de la amabilidad), y de la voz una herramienta, o mejor, un disfraz, un elegante disfraz tras el cual esconderse, dejando solo al descubierto la hilaridad o el dramatismo de los personajes cómicos o trágicos que le toque interpretar. Pero antes de hablar de la actriz que hizo el número 5 en la lista de las 10 comediantes femeninas más queridas por el público puertorriqueño, según ha reseñado el periódico Primera Hora hace exactamente dos meses y nueve días (jueves 16 de abril...

Don José Antonio Torres Pérez, maestro de todos nosotros

  El 1 de enero de 1924 nació justo en la frontera entre la calurosa ciudad señorial de Ponce y el fr í o municipio de Adjuntas un hombre que llevaría precisamente la templanza como actitud constante ante las circunstancias diversas de la vida, José Antonio Torres Pérez. Estudiante, joven soldado, trabajador social, luego empresario diletante y siempre un egregio director escolar, Míster Torres — como mayoritariamente le llaman los adjunte ñ os —, pasó toda su corta pero intensa juventud entre las sombras y claros de la carretera 123, que él caminaba cinco veces a la semana, de la casa a la escuela y viceversa, con el entusiasmo de un atleta y la sabiduría de un pequeño sabio. Su lugar favorito era esa escuela. Allí, lo mismo que en el barrio Guaraguao donde se crio, le llamaban Toñito. Entre amigos, maestras y libros, cimentó su educación en conocimientos que aún le sirven de guía, pues no estuvieron nunca dirigidos a la simple acumulación de datos, sino a la aplicación direct...

Káutika o La aventura de ser joven para siempre (sin hacerle competencia a Peter Pan)

1. Un amigo surgido del recuerdo Este ensayo debió haber sido escrito hace al menos un año. No importa: pasaron más de 13 para que su protagonista, Raciel Reyes Lopés, me encontrara entre las calles de esta ciudad percudida y me hiciera conocer la jovialidad de su música. (“Káutika” = “jovial”.) Me regaló un disco titulado “Todo lo que era ya no es”, que me recuerda el título de un clásico no sé de dónde llamado “Todo lo sólido se desvanece en el aire” (de Marshall Berman). Lo grabó él mismo en la Escuela Libre de Música. Allí, Raciel educa, anima y ayuda a músicos tan entrega’os como él mismo, y de vez en cuando graba discos tan adictivos como este que apenas comienzo a reseñar. 2. “Káutika” “Káutika” significa poco: a lo sumo, unas siglas (que yo desconozco) que conforman el nombre de esta banda. Tiene un pariente cercano: "cáustica" que significa, esa sí, muchas cosas; entre ellas, “que quema y destruye los tejidos animales” y “mordaz, agresivo”. Coinciden ambos términos e...