(Nota: esas tres estrellas significan ahí, “des” en lengua parecida al sibarita) De todos los derechos humanos (que no de las moscas) el más intrigante me parece el derecho a la intimidad, por cuanto implica que ésta no es algo dado, ni por el “seno materno” ni por la soledad natural que también nos amamanta. La intimidad es sinónimo de ese conjunto de actividades que TAMBIEN hacemos, a espaldas de toda convención social. Por ejemplo, el sexo. Convencionalmente todos hemos sido asignados a otro cuerpo, aun cuando eso que podamos hacer con *** otro cuerpo no ha quedado establecido. Sería interesante preguntar si la rabia de Winston Smith contra Big Brother era porque este tenia acceso a su vivienda o porque le exigía copular con su señora de cierto modo ** especifico. Toda intimidad nace del ano. Es un mecanismo que tenemos para no compartir con los otros ciertos hedores. Mi nieto, el más hermoso, se ababacha cada vez que le pregunto si hizo caca. Es que la caca apesta, me parece leer e
Vigilia callada bajo sueño apalabrado.