Los otros días me metí a uno de los blogs que tengo aquí al lado posteados y que nunca leo. Un tipo hizo un listado (pendejísimo) de sus blogs favoritos, y a mí me dio (yo no quería hacer nada ese día) por entrar a todos los sitios que recomendaba. Así fue como di con un blog que el susodicho no comenta pero que a mí me pareció muy interesante (si publicara más a menudo, lo catalogaría de “genial”). Si usted es un fiel seguidor de Hoja-labra se habrá dado cuenta de que me refiero a “A calzón sin quitar”, cuya lúcida irreverencia es seguramente la envidia de más de uno, pues ese uno soy yo.
Por vago, por cursi, por pudoroso, no se me ocurrió a mí darle un giro tan diametralmente opuesto a las cosas y situarme justo en la antípoda del discurso social convencional. Para muestra un botón: dele clik al enlace y vea la fabulosa entrada que ahora mismo tiene sobre los “Animales que no sirven”.
Yo me voy a meter otra vez a la misma, pero es para dejarle un comentario posteado pidiendo promoción para Hoja-labra. ¿Por qué no?
Comentarios
algo como el mio.