Ir al contenido principal

Llanta

1. Yo atrapé al niñito con mis gigantescos brazos y lo coloqué frente al espejo. El niñito se llamaba Llanta, y era chiquitito como una bolita. Pero eso se sabe: que todos los niños son como bolitas.
2. Yo podía romper a ese niñito. Podía robármelo si lo escondía en mi bolsillo. Lo puse frente al espejo, y ahí estaba Llanta mirándome sin saberlo. Llanta miraba lo poquito que podía mirar: una silueta color real, atrapada en una superficie. Sí: como la superficie del agua, reflejante.
3. Yo lo hice para confundirlo: para que pensara que me había duplicado.Yo quería que se confundiera.“Se va a volver loco”, pensé, “Va a ser un loquito a esa edad.” Y añadí: “Se jodió” (con escalofrío) cuando su mirada al fin se enfocó, y concentró sus ojos en los míos.
3.99. Yo estaba allí parado en la otra cara del espejo, y le sonreía a la mirada triste y nueva que vi en él, de niñito listo, pero bueno.
4. Llanta salió del espejo y contempló mis ojos por un segundo, en silencio. Llanta no hablaba, pero comoquiera: se quedó callado como bebé cuando me encontró (a mí mismo) en los ojos, observándolo. Luego, yéndose casi en desbalance, volteó cuanto pudo su cabeza, para buscar a su madre tras mi espalda.
5. Su madre también se veía en el espejo, si uno bajaba la vista prácticamente hasta el suelo. Allí, prácticamente tirada, estaba su madre.
6. Y yo le decía a la cabecita de Llanta, que estaba de espaldas en el espejo:
-“Llanta, mira, mira, Llanta. Mira quien está ahora en el espejo, Llanta, mira: ¿quién será?…”

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sempiternus

Fui a la playa a contemplar la arena: semillas de aquella piedra con la que tallé tu nombre, Carmen Haddys. Antes de la forja y la ponderación de la perla. Antes de la domesticación de los océanos. Fui a buscarte, mi amor, porque estás hecha de mar y transparencia.

La razon comprometida

David Rodriguez , filosofo, no usa drogas a pesar de que lleva un lustro viviendo en Nueva York. Ahí se doctora, haciendo una revaloracion de la epistemología (filosofía del conocimiento) desde una perspectiva del lenguaje. Digo, eso creo haber sacado en claro de nuestra ultima conversación...

En torno a la historia de Patillas.

Breve reseña de: Nieves Rivera, Jorge. Agricultura, Rebelión y Devoción. Tres microhistorias del sureste de Puerto Rico . San Juan: Editorial Akelarre, 2015. La región sureste de Puerto Rico no solo cautiva nuestros sentidos cotidianos, gracias a su diversidad ecológica viva y radiante, sino que es una zona rica en historia que como toda zona histórica, se transfigura en territorio ejemplar. Las pugnas finiseculares entre el llano y la montaña, entre incondicionales y liberales, entre hacendados y peones, quedan retratadas de manera sencilla, imparcial y humana, en este maravilloso trabajo de investigación histórica. Trabajo sucinto, como el pueblo de Arroyo, y profundo, como las impresionantes fayas de la Sierra de Cayey. La huella del pasado aparece de repente entre cafetales: una clave toponímica, unas ruinas sepultadas en la hierba o un puñado de entrevistas fundamentales con esos admirables sobrevivientes del pasado que son nuestros viejos (al decir de Carlos Monsiváis)...