Sonó el teléfono y mis pasos se animaron a caminar, pero sólo hacia atrás. Mi padre levantó su testa sudorosa con la sensación correcta de haber sido vigilado. Había estado soñando con su jefa: que ésta lo abofeteaba en la cara, vestida con negligé.
Pero no era su jefa quien llamaba. Ni la mujer que con él había tenido que procrearme. Ni yo. (Yo estaba huyendo hacia el carro.) Ni mi hermano, desde California. Ni la señora que lo había llevado a bautizar cuando pequeño. Ni usted, que no sabe su número. No era nadie.
Pero no era su jefa quien llamaba. Ni la mujer que con él había tenido que procrearme. Ni yo. (Yo estaba huyendo hacia el carro.) Ni mi hermano, desde California. Ni la señora que lo había llevado a bautizar cuando pequeño. Ni usted, que no sabe su número. No era nadie.
Comentarios
"Cerré un poco los ojos (estilo Clint Eastwood) para ver mejor lo que estaba leyendo porque me intrigo desde la primera linea, empece a respirar mas lento (o deje de respirar, no me acuerdo) porque presentia que algo podia pasar, algo que me iba a hacer huir como el narrador; se empezo a formar una sonrisa en mi cara cuando las opciones que podian explicar lo que estaba pasando se empezaron a enumerar y yo no tenia idea; la sonrisa se formo completa, solte el aire que tenia preso (habia dejado de respirar, ahora me acuerdo) y mi boca dijo: (…)
Solo una critica: 1. No estoy seguro de la expresion "vestida de neglige"; como que no pegan las dos cosas, el estar en neglige esta casi desvestida; quiza otro verbo u otra conjugacion quedarian mejor."
Hasta, el gran D. R.
Pero nada, seguimos esta conversacion por email (a menos que algun otro lector o lectora se quiera unir)