Los limites de lo diverso

Haddys Torres es mi esposa "extraoficialmente" hablando (no hemos firmado ningun papel). Graduada de Harvard (maestria en Educacion), canto durante algun tiempo con el grupo Rompeolas; fundo el Museo de la Radio (Universidad del Sagrado Corazon); tuvo un par de gemelas, y ahora ejerce como abuela, mientras trabaja para la organizacion ambientalista Las Casas de la Selva. Profesora, Consultora Educativa y Coach, tambien tiene una cincuentena de poemas y varios cuentos engavetados, a la espera de algun espacio de tiempo con el que pueda editarlos y darlos a la imprenta. Por ultimo, como dije el 7 de julio del presente, es autora del cuento infantil "Julián Chiví", publicado por el Museo del Niño; y de "Osadía", aparecido en la Revista Milenio de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Bayamón. (Conozca un poco mas sobre ella en eyeontherainforest.com)

Comentarios

Hector J. Martell Morales ha dicho que…

Haddys Torres estuvo en la Junta Editorial original de la Revista Milenio, de la UPR de Bayamon. Compartimos bastante en el quehacer literario. Le ayude a revisar algunos de sus cuentos (muy buenos, aunque precisaban una pulida tecnica). Muy talentosa, ingeniosa y culturalmente activa. El cuento que publico en el primer numero de Milenio fue destacado en el libro Historia de las revistas literarias de Puerto Rico. Saludos,
Hector J. Martell Morales

2 de agosto de 2010, 17:32

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El e-mail

"Mami: Esta mañana te deposité unos chavitos en la cuenta, pa’ que veas que acá sí se puede trabajar y ganar bueno sin tener que estudiar tanto. Cómprate ropa o ponte los dientes que te partió Papi, pero no le des chavos, que tú sabes en qué se los va a gastar. Después te envío más. Estoy con prisa, te dejo. Tqm. Jay" Luego de enviar el e-mail , se quitó los guantes y la capucha, y los lanzó apresurado al interior del vehículo. Cuando terminó de rociar con carburante el auto, acomodó la laptop entre las manos de su dueño, que yacía silencioso y morado en el asiento trasero. Encendió la triste mecha. Y se marchó de inmediato, iluminado. (Cuento con el que concursé en el Certamen Mundial de Cuento Corto. Este año hubo 239 concursantes. Fui la undécima persona, de las 30 que pudieron leer su texto.)

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