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El pobre de Francisco Horgel

Francisco Horgel hace tiempo *** dejó de usar pseudónimo. Escribió un libro de cuentos sobre la pareja tradicional (pene-vagina) que nadie me ha querido publicar, aunque en realidad solo lo envió a una editorial que no menciono, o que bueno, es esta: Terranova. Anteriormente, concursó en un certamen de libros de cuentos para el cual gastó sesenta pesos y perdió; así como en otros certámenes de cuentos, que no cuentan porque sus cuentos siempre han sido una mieren fin: no cuentan.

Siempre quiso que se vendieran sus libros. Fama o fortuna: si se vendía el libro, a la editorial no le iba a importar el dilema, y hasta puede que le dieran a él la fama y se quedara ella con la fortuna. Además, con fama podía seguir vendiendo libros.

El que escribió se llama Labio o medialuna y trata de lo que ya dije, y siempre quiso venderlo y traducirlo al inglés para comprar una casa en el campo y dedicarse a cultivar atya lanipes para venderlas y comerse las que sobraran.

Fase durante la cual no volvería a escribir, o leer, o empeñarse tanto y tan ingenuamente en esos sueños de grandeza que ahora no lo dejan morir bien. 

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