Ir al contenido principal

Entiendo un pepino

1.
Cuando el poema es perfecto, la crítica literaria asegura que: “se explica solo” y cuando el poema es malo, la crítica no le hace caso. ¿O sea que se enfoca en poemas de corte “regular”?

2.
El Gobernador Fortuño ha dicho, absolutamente indignado, que él no sabía lo endeudado que se encontraba nuestro Fisco. ¿Por qué no deja a los responsables ajustar las cuentas?

3.
Los boricuas nos enorgullecemos de (algunos de) nuestros líderes, pero nos avergonzamos en el fondo, de nosotros mismos.

4.
Sonya Cortés no es actriz, es bailarina. Pero trabaja en la televisión, “hablando”. Ni cantando ni quitándose la ropa. “Hablando”: diciendo cosas. Ni informa, ni comenta. Habla. (Mi esposa que sabe tantas cosas no consigue ni un guisito.)

5.
Lo mismo con Nashaly. Hace meses confesó que sus gastos en productos de belleza e “imagen” ascendían mensualmente a tres mil dólares; precio que ella atribuía a la fama. Desde que dijo tal cosa nadie la ha visto en la prensa, ni en la radio, ni en la tele, ni en la disco, ni en Italia, ni en los estudios de Hollywood. En fin.

6.
La cifra de asesinatos este año es increíble: tres personas por día, en promedio, mueren violentamente, lo que incluye a los suicidios, que son “auto-asesinatos”. Tanta sangre y ninguna por la patria.

7.
Todos se quejan de que fueron despedidos y nadie se pone a recoger café, que se pierde. ¿Cuál es la diferencia? ¿Cuál es la maldita diferencia entre trabajar como recepcionista en las oficinas del Departamento de Estado y recoger café?

(¡Ah, bueno! Pues si esa que usted dice es la diferencia, entonces tiene toda la razón: no trabaje recogiendo café. ¡Quédese desempleado!)

8.
Lo mejor de la vida, dicen los expertos y aseguran los turistas, es el agua; y ésta más cuando es de río; y éste más cuando está lleno de peces y es templado. Los puertorriqueños que tienen su parte de río, su orilla heredada, la venden tan pronto la saben cotizable, se van a Miami y pasan el resto de sus vidas sufriendo de alta presión por el calor y comprando agua embotellada.

9.
La marihuana es ilegal pero no la pornografía ni el ron, que a fin de cuentas provocan mayor adicción, exponen al consumidor a conductas más temerarias que aquellas inspiradas por el pasto, e implican un estilo de vida mucho más aislante y conflictivo que el que se podría dar en torno al mafú.

10.
Todos promueven la lectura y nadie me quiere publicar.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sempiternus

Fui a la playa a contemplar la arena: semillas de aquella piedra con la que tallé tu nombre, Carmen Haddys. Antes de la forja y la ponderación de la perla. Antes de la domesticación de los océanos. Fui a buscarte, mi amor, porque estás hecha de mar y transparencia.

Freddy Acevedo Molina, "Teatro Vulgar" y casi todos los orgasmos que usted quiera

1.       Freddy Acevedo representa en su teatro lo que él quiere ; no lo que el público quiere, ni muchísimo menos, lo que el crítico quiere. Su teatro es modelo ejemplar de libertad; de voluntad domesticada a fuerza de imágenes requete-entramadas coherentemente, unas sobre otras.   2.       Su teatro es una especie de espontaneidad pensada.   3.       Y de la libertad con que lo escribe es que saca Freddy la alegría para (re)presentarnos en escena sus largas, flacas y peludas extremidades.      4.       Cuatro obras componen Teatro Vulgar : “Las sombras desenchufan”, “Cráneo azul in the Yellow House”, "Clue" y "El sex tape de Milo y Olivia".   5.       Se trata (el libro) de una auto-publicación facilitada por la compañía-editorial Trafford Publishing, que ha tirado en este caso un libro de esos blanditos, que se pu...

Lourdes Torres Camacho, In memoriam

L.T.C., febrero 1954- abril 2010 Ha muerto Lourdes Torres Camacho. Muere como amiga, hija, mujer trabajadora. A los 56 años. Muere con pocas cosas valiosas, aunque más que suficientes para una humildad tan sobria como la suya. “Humildad sobria” digo, a pesar de que ella fue consumida por una rabia que podríamos catalogar de extraordinaria. “La rabia de días y flores”, como dice la canción famosa, a pesar de que ella no aspiraba ni a la explosión ni a la fama, ni al empujón ni al dinero, sino, mire usted qué sencillo, a la vida. Nadie quería vivir tanto como ella, que se moría con orgullo, resistiendo las ganas de insultar a la muerte de frente, con un grito de locura o un beso en el centro de la sangre, de repente. No tenía miedo. Como dije, solo rabiaba por vivir, pero se murió. Yo no pude despedirme de ella como quería, aunque creo que siempre le dejé saber que la respetaba. El martes, cuando estuve con ella a solas, en su habitación de hospital, supe también que era hermosa. Pienso...