Yo le voy a hacer un cuento sobre Cuba. Mi amigo Alain me lo contó. Él fue a Cuba y le dijo a su madre por teléfono que la vería en dos días. Estaba llamando desde La Habana. Cuando llegó a los dos días a la casa de su madre, agentes de inspección de algo lo esperaban en la casa para preguntarle "qué tal, compañero, cómo ha sido su regreso a la tierra que lo vio nacer."
Este es otro cuento de esos. Me lo dijo Enrique Pineda Barnet. Cada vez que le envío una de estas entradas que tanto me gustan de este blog, esa entrada no le llega, porque aunque él mismo tiene un blog, no le está permitido nunca (siendo un premio nacional de cine) enterarse de lo bueno o malo que diga yo sobre cualquier asunto.
Cuba prohíbe la libre expresión. Hay que ver lo que hace Carlos Varela para zafarse. Cuba no es rica, sino más bien pobre. La pobreza, es decir: la limitación para la consecución de algo, no es un fin a seguir. Cuba no es poderosa, sino dentro de Cuba mismo.
Las leyes cubanas: Los ciudadanos cubanos tienen unos derechos y los extranjeros, otros. Los ciudadanos cubanos tienen unos derechos y sus dirigentes, otros.
La economía cubana: los ciudadanos cubanos pagan unas tarifas y los extranjeros, otras.
Hoy se reprimió con fuerza la manifestación que quisieron realizar las Damas de Blanco. Venga, amante de todo lo de Cuba: justifíqueme ese hecho…
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