Ir al contenido principal

Ensalada mixta

Tomates
1. Me tardé una semana en cambiar mi entrada: es que todos los días se la enviaba a alguien distinto para que leyera mi cuento en italiano. “Relaciones públicas” creo que le dicen a eso.

Pepinillo

2. Me lo aclara Aleksei: “Para un mal entendedor, con muchas palabras no basta.”

Cebollas podridas

3. En una semana he sabido de dos atracos a personas cercanas a mí, y de hecho, presenciado uno, el domingo pasado mientras comía arroz sabroso en Mayagüez. ¿Cómo sacar las cifras del crimen sin terminar con un rictus bajo la nariz?
4. La tecnología se integra tanto a los movimientos de la vida, que a través del celular de una amiga podíamos ir viendo todas las transacciones que los truhanes que nos llevaron la cartera del carro hacían.
5. Nos rompieron el cristal del carro y le llevaron a mi amiga la cartera para gastar 170 dólares en bebidas en una barra. ¡¿Pero qué diablos pidieron?!
6. 750 dólares en prendas. ¿Cómo diablos el infeliz que le vendió los blin-blines no se dio cuenta que los truhanes pagaban con tarjetas robadas?
7. Finalmente, sacaron 500 dólares de una atm. Que alguien me explique cómo demonios los tipos supieron los cuatro números de la contraseña.

Prosciuto

8. Me pregunto hasta cuándo harán falta los profesores. Lo digo porque tengo un examen de italiano “domani”, y el ochenta por ciento de todo lo que he aprendido para contestarlo, lo he sacado de Internet, no del libro de texto ni de la clase.
9. Lo digo por mí, que doy clases. Todo lo que digo se encuentra por ahí.

Échele sal y menee

10. Y bueno, por qué será que mi jefe nos envía semanalmente a todos los profesores, un memo hablando mal de las cosas que han hecho uno o dos empleados. ¿No sería más fácil mandarles el memo a esos uno o dos, únicamente? De hecho, ¿no tendría mayor mérito enviarles cartas de agradecimiento a aquellos que han hecho las cosas bien? Vale más un maestro que aplaude a los estudiantes que nunca se ausentan a su clase, que un profesor que condena y señala a los que sí se lo hacen. Ci vediamo, ragazzi…

Comentarios

Anonimo de Binghamton ha dicho que…
Déjame no hacer como el director y hablar de lo bueno primero porque me divirtió mucho ésta ensalada, digo entrada. Lo único que no me gustó fue la palabra “truhan”; es como encontrar una cherry en un plato mexicano, bastante ridícula.
Jorge Luis Rodriguez Ruiz: ha dicho que…
Amigo! Lo que pasa es que hijo-de-puta es "politically incorrect", aun cuando mi publico lector es fundamentalmente australiano. Buen provecho!

Entradas populares de este blog

Sempiternus

Fui a la playa a contemplar la arena: semillas de aquella piedra con la que tallé tu nombre, Carmen Haddys. Antes de la forja y la ponderación de la perla. Antes de la domesticación de los océanos. Fui a buscarte, mi amor, porque estás hecha de mar y transparencia.

La razon comprometida

David Rodriguez , filosofo, no usa drogas a pesar de que lleva un lustro viviendo en Nueva York. Ahí se doctora, haciendo una revaloracion de la epistemología (filosofía del conocimiento) desde una perspectiva del lenguaje. Digo, eso creo haber sacado en claro de nuestra ultima conversación...

En torno a la historia de Patillas.

Breve reseña de: Nieves Rivera, Jorge. Agricultura, Rebelión y Devoción. Tres microhistorias del sureste de Puerto Rico . San Juan: Editorial Akelarre, 2015. La región sureste de Puerto Rico no solo cautiva nuestros sentidos cotidianos, gracias a su diversidad ecológica viva y radiante, sino que es una zona rica en historia que como toda zona histórica, se transfigura en territorio ejemplar. Las pugnas finiseculares entre el llano y la montaña, entre incondicionales y liberales, entre hacendados y peones, quedan retratadas de manera sencilla, imparcial y humana, en este maravilloso trabajo de investigación histórica. Trabajo sucinto, como el pueblo de Arroyo, y profundo, como las impresionantes fayas de la Sierra de Cayey. La huella del pasado aparece de repente entre cafetales: una clave toponímica, unas ruinas sepultadas en la hierba o un puñado de entrevistas fundamentales con esos admirables sobrevivientes del pasado que son nuestros viejos (al decir de Carlos Monsiváis)...