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Seguimos en huelga

El tema universitario es obligado después de ayer, día en que como dice la prensa, “se ratificó a viva voz” la huelga estudiantil. Unos dos mil ochocientos estudiantes, de una matrícula de más de veinte mil, participaron de la Asamblea en que la huelga fue ratificada...

¿Era importante el voto secreto? Al parecer, no. El apoyo que hubiese tomado el voto en contra de la huelga no se ha manifestado: ¿por qué iba a manifestarse surgido de la nada, en las urnas? ¿Miedo del estudiantado al propio estudiantado? Ya lo hubiesen expresado a la prensa. El miércoles estuve en la Avenida Universidad. Allí no había miedo sino muchos estudiantes pasándola bien. Habría que ver cuántos de ellos se acordaban de la huelga.

¿Cuál es el cambio real que quieren los estudiantes? Se ofrecerá becas en verano por primera vez, según la Administración. Se dará un plazo de siete meses sin cambios, dice la Administración. Se seguirá negociando, se extenderá el beneficio de exenciones de matrícula a todos, se abrirán los libros… ¿Cuál es el cambio concreto que quieren realmente ver los estudiantes? ¿Un cambio en la sociedad misma, gracias a un momento en el cual los sindicatos, la “sociedad civil” y otros sectores pueden conseguir una participación más “integrada” a la realidad especifica de la huelga? La huelga es llave al cambio social, que puede cobrar las inmensas proporciones que tuvo, por ejemplo, en Tlatelolco. Los intereses de uno se pueden sumar a los de otros y recibir la misma aplastadura del Gobierno, tras la cual, las esperanzas suelen palidecer algún tanto.

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