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Titulares insólitos del día de hoy

29 de mayo de 2010, Diario El Nuevo Día

“Podrían limitar el uso de bicicletas”
Han propuesto en el Senado restringir el uso de las bicicletas al horario exclusivo de seis a seis. Las razones que exponen entre otros, el Dpto. de Justicia y ACAA, es que a partir de las seis de la tarde se suelen registrar los incidentes fatales que involucran a ciclistas. Para que a los ciclistas no los apacharre un camión, que no salgan de su casa.

“La Fortaleza despide a Odette Piñeiro”
A menos de seis meses de su nombramiento, justo el día en que acaba el semestre académico, tras haber negado insistentemente los rumores que aseguraban que Fortaleza estaba descontenta con ella y luego de haber asegurado que se trataba de una “renuncia” por parte de la susodicha.

“Costosa campaña universitaria en la UPR”
Toda universidad debe promocionarse: hablar de sus logros y ofertas; seducir al estudiante para que estudie en sus aulas y no en otra institucion. El caso es que la UPR ha invertido en anuncios periodisticos para explicarle al publico las razones por que la huelga estudiantil no es beneficiosa para nadie. LO que no saben los administradores de la UPR es que, al hablar mal de su estudiantado, en vez de anunciarse como un centro docente, se denuncia como un centro displicente.

“Alex será el primer huracán de la temporada”
Como queriendo decir “el primer huracán en formarse se llamará Alex”. Pero bueno, ya que estamos en esas, ¿por qué no decir: “Alex va a rajarnos la crisma cuando llegue”? Al menos en esas nos cogerían avisados…

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Esa campaña les ha quedado jojota. Mira que denunciarse ellos mismos, digo, digo, no es la UPR, son los lazos que la unen a las altas esferas con los dioses del Olimpo.

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Eyra Agüero Joubert

Eyra Agüero tuvo de nacimiento el enorme regalo de una patria dual. Puerto Rico la vio nacer, pero la República Dominicana le donó la sangre de sus padres. Así, hija de inmigrantes, tuvo en Puerto Rico su cuna, en Santo Domingo su familia extendida, y en el resto de Latinoamérica, una inconmensurable patria que lo mismo le contaba tradiciones folklóricas en español, que le cantaba nanas en portugués-brasileño. Entre contar y cantar trabaja Eyra, haciendo de la risa un arte (el reconfortante arte de la amabilidad), y de la voz una herramienta, o mejor, un disfraz, un elegante disfraz tras el cual esconderse, dejando solo al descubierto la hilaridad o el dramatismo de los personajes cómicos o trágicos que le toque interpretar. Pero antes de hablar de la actriz que hizo el número 5 en la lista de las 10 comediantes femeninas más queridas por el público puertorriqueño, según ha reseñado el periódico Primera Hora hace exactamente dos meses y nueve días (jueves 16 de abril

El e-mail

"Mami: Esta mañana te deposité unos chavitos en la cuenta, pa’ que veas que acá sí se puede trabajar y ganar bueno sin tener que estudiar tanto. Cómprate ropa o ponte los dientes que te partió Papi, pero no le des chavos, que tú sabes en qué se los va a gastar. Después te envío más. Estoy con prisa, te dejo. Tqm. Jay" Luego de enviar el e-mail , se quitó los guantes y la capucha, y los lanzó apresurado al interior del vehículo. Cuando terminó de rociar con carburante el auto, acomodó la laptop entre las manos de su dueño, que yacía silencioso y morado en el asiento trasero. Encendió la triste mecha. Y se marchó de inmediato, iluminado. (Cuento con el que concursé en el Certamen Mundial de Cuento Corto. Este año hubo 239 concursantes. Fui la undécima persona, de las 30 que pudieron leer su texto.)

Don José Antonio Torres Pérez, maestro de todos nosotros

  El 1 de enero de 1924 nació justo en la frontera entre la calurosa ciudad señorial de Ponce y el fr í o municipio de Adjuntas un hombre que llevaría precisamente la templanza como actitud constante ante las circunstancias diversas de la vida, José Antonio Torres Pérez. Estudiante, joven soldado, trabajador social, luego empresario diletante y siempre un egregio director escolar, Míster Torres — como mayoritariamente le llaman los adjunte ñ os —, pasó toda su corta pero intensa juventud entre las sombras y claros de la carretera 123, que él caminaba cinco veces a la semana, de la casa a la escuela y viceversa, con el entusiasmo de un atleta y la sabiduría de un pequeño sabio. Su lugar favorito era esa escuela. Allí, lo mismo que en el barrio Guaraguao donde se crio, le llamaban Toñito. Entre amigos, maestras y libros, cimentó su educación en conocimientos que aún le sirven de guía, pues no estuvieron nunca dirigidos a la simple acumulación de datos, sino a la aplicación directa en