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Frases apresuradas sobre el Quinto Certamen Mundial del Cuento Corto Oral

Perder en un certamen no es motivo de rabia. Que el pueblo no entienda la lucha del propio pueblo sí lo es. Yo no entiendo sin embargo por qué mi cuento, que está aquí abajo y se llama Boricuazote, ni siquiera figuró entre los finalistas. Eso era lo que yo pedía: un turno.

Me llamó la atención que cada vez que alguien se paraba a leer, recibía vítores como si fuese conocido por el público. Eso pasó con al menos quince de los 27 seleccionados (de un total de 93 contendientes). También me llamaron la atención los temas más o menos invariables de los cuentos: violencia doméstica, feminidad negra, violencia sexual; aparte de otros cuentos escritos en una prosa poética (poemas en prosa) que se salvaron milagrosamente del escrutinio de los censores. No sé cual ganó, pero mi favorito fue uno sobre un hombre que estaba haciendo un turno para sacar dinero de su ATH, y que, hasta por el propio tema, se salía de la norma.

Tal vez mi cuento les pareció ofensivo en vez de hiperbólico e irónico. Tal vez, en verdad es procaz; o tal vez el gusto del jurado es jojoto. No importa: perdí el semestre académico, y tal vez se retrase aun más mi retrasado doctorado: ¿qué es más importante? Tal vez deba aprovechar y hacer un certamen de slogans. Yo competiría con el siguiente: “Si quieres lo mejor de la gente, sé buena gente.” Quién sabe…

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Participamos del mismo, y corrimos la misma suerte amigo autor. Mi cuento, cuyo título me reservo, creo fue una mala elección, pues conllevaba, haber leído sobre el tema para entenderlo bien. En mi opinión personal, la práctica de que los autores se identifiquen en el escrito, se presta para "amiguismo" y preferencia. En realidad, la calidad de la mayor parte de los escritos elegidos para lectura me pareció marginal. Por otro lado, dudo mucho que el jurado haya leído los 93 cuentos sometidos; no en el tiempo disponible. De ser así, entonces, cada jurado sólo leyó unos veinte y escogió 5 o 6 de los mismos. O sea, que tu suerte, la mía, y la de los demás participantes, recayó en las manos de un sólo jurado. Habiendo dicho lo anterior, felicito a los ganadores. Disfruté mucho de la discusión con los panelistas invitados y las conversaciones privadas con algunos de los asistentes. Tu cuento es muy bueno, te felicito. Nos veremos en la próxima.
LRS

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