Ir al contenido principal

Las malas palabras. Parte III.

Algunas veces, la forma “bien-sonante” o correcta de las palabras soeces hace desaparecer el sentido desagradable que se intentaba transmitir. Por ejemplo, “defecar” no molesta, y ya sería una gran mamalonada decir “defeco a tu madre”. Incluso “pato” (que aunque no lo parezca es una malapalabra) tiene su contraparte en "homosexual", que sólo por complejo no es aceptable para algunos hoy día.

En otros casos, la forma correcta sigue ofendiendo. Veamos algunas palabras:

1. "Puta": 'que cobra por sexo' (y por lo tanto, en teoría, no le es fiel a ningún hombre). En realidad, nadie quiere ser llamad@ prostitut@ porque eso implica que uno está a merced del dinero de cualquiera, y como a nadie le gusta que se sepa tan a las claras la verdad, pues eso…

2. "Bicho": 'órgano sexual masculino.' Claro que nadie en Hispanoamérica le dice así más que nosotros; pero en todo país hay una forma grosera para referirse al susodicho. Lo que es el “bicho” y la “chocha” (otro animal) no se salvan: tiran más para lo vulgar que para lo poético. La prueba es que la mejor forma de estropear tu carrera literaria es escribir un poema en que aparezca la palabra “vagina”. Y bueno, en el caso de chocha, la vulgaridad quizás surgió al colocar la imaginación al lado de las definiciones para el verbo “chochear”: a. Tener debilitadas las facultades mentales por efecto de la edad. y b. Extremar el cariño y afición a personas o cosas, a punto de conducirse como quien chochea. Dato curioso: no existe ninguna entrada con chocha en Wikipedia.

3. "Bujarrón": en Puerto Rico, con “g” de “gay”. El término corre a medias entre lo vulgar y lo coloquial, e incluso la propia Academia no lo cataloga de “malsonante”. Además, para nosotros no significa exactamente ser “sodomita”, que es el equivalente que da la Academia, asimilando ambos términos al de "maricón". El bujarrón es el hombre heterosexual que a veces cruza la línea, o bueno, el círculo, y se adentra, o bueno, lo adentra en zonas pretendidamente autocensuradas. El bugarrón en el fondo es un traidor o un hipócrita, de ahí tal vez que el propio término no se catalogue estrictamente como vulgar (al igual que no lo son “hipócrita” ni “traidor”) si no “negativo”.

4. "Bellac@": 'que gusta del sexo en exceso.' “Lujurioso” no enorgullecería a nadie, aunque dependiendo la persona, tal vez le añadiría algo chic: “obrero lujurioso", etc.

(Interrumpo. Son las 10 de la noche: Mami me va a regañar. ¡Hasta luego!)

Comentarios

Jorge Luis Rodriguez Ruiz: ha dicho que…
Las malas palabras: "individualidad", "criticamente", "unico", "patria".

Entradas populares de este blog

Eyra Agüero Joubert

Eyra Agüero tuvo de nacimiento el enorme regalo de una patria dual. Puerto Rico la vio nacer, pero la República Dominicana le donó la sangre de sus padres. Así, hija de inmigrantes, tuvo en Puerto Rico su cuna, en Santo Domingo su familia extendida, y en el resto de Latinoamérica, una inconmensurable patria que lo mismo le contaba tradiciones folklóricas en español, que le cantaba nanas en portugués-brasileño. Entre contar y cantar trabaja Eyra, haciendo de la risa un arte (el reconfortante arte de la amabilidad), y de la voz una herramienta, o mejor, un disfraz, un elegante disfraz tras el cual esconderse, dejando solo al descubierto la hilaridad o el dramatismo de los personajes cómicos o trágicos que le toque interpretar. Pero antes de hablar de la actriz que hizo el número 5 en la lista de las 10 comediantes femeninas más queridas por el público puertorriqueño, según ha reseñado el periódico Primera Hora hace exactamente dos meses y nueve días (jueves 16 de abril...

Don José Antonio Torres Pérez, maestro de todos nosotros

  El 1 de enero de 1924 nació justo en la frontera entre la calurosa ciudad señorial de Ponce y el fr í o municipio de Adjuntas un hombre que llevaría precisamente la templanza como actitud constante ante las circunstancias diversas de la vida, José Antonio Torres Pérez. Estudiante, joven soldado, trabajador social, luego empresario diletante y siempre un egregio director escolar, Míster Torres — como mayoritariamente le llaman los adjunte ñ os —, pasó toda su corta pero intensa juventud entre las sombras y claros de la carretera 123, que él caminaba cinco veces a la semana, de la casa a la escuela y viceversa, con el entusiasmo de un atleta y la sabiduría de un pequeño sabio. Su lugar favorito era esa escuela. Allí, lo mismo que en el barrio Guaraguao donde se crio, le llamaban Toñito. Entre amigos, maestras y libros, cimentó su educación en conocimientos que aún le sirven de guía, pues no estuvieron nunca dirigidos a la simple acumulación de datos, sino a la aplicación direct...

Káutika o La aventura de ser joven para siempre (sin hacerle competencia a Peter Pan)

1. Un amigo surgido del recuerdo Este ensayo debió haber sido escrito hace al menos un año. No importa: pasaron más de 13 para que su protagonista, Raciel Reyes Lopés, me encontrara entre las calles de esta ciudad percudida y me hiciera conocer la jovialidad de su música. (“Káutika” = “jovial”.) Me regaló un disco titulado “Todo lo que era ya no es”, que me recuerda el título de un clásico no sé de dónde llamado “Todo lo sólido se desvanece en el aire” (de Marshall Berman). Lo grabó él mismo en la Escuela Libre de Música. Allí, Raciel educa, anima y ayuda a músicos tan entrega’os como él mismo, y de vez en cuando graba discos tan adictivos como este que apenas comienzo a reseñar. 2. “Káutika” “Káutika” significa poco: a lo sumo, unas siglas (que yo desconozco) que conforman el nombre de esta banda. Tiene un pariente cercano: "cáustica" que significa, esa sí, muchas cosas; entre ellas, “que quema y destruye los tejidos animales” y “mordaz, agresivo”. Coinciden ambos términos e...